El Castillo de Montilla {aproximación}
Sobre el Castillo
Elementos de un castillo
La almena, también llamada merlón, es un elemento arquitectónico típico de la arquitectura militar medieval. Se trata de cada uno de los salientes verticales y rectangulares dispuestos a intervalos regulares que coronan los muros perimetrales del castillo, para resguardarse en ellas los defensores.
Cuando la entrada a un recinto fortificado se efectúa a través de un pasaje que se quiebra en uno o más ángulos abruptos, para dificultar su forzamiento y desfilar el interior.
Conjunto de dispositivos en la parte superior de las murallas, compuesto básicamente de parapeto, paradós y camino de ronda, normalmente descubierto, y destinados a facilitar la defensa y del desplazamiento de los combatientes. El parapeto o antepecho puede estar almenado o a la barbeta; aspillerado o ciego; a ras de muro o volado configurando cadahalsos, ladroneras, matacanes y/o escaraguaitas.
Recinto amurallado con la misión de resguardar ganados, población del entorno y tropas en tránsito o no fiables, en ocasiones contiguo a una fortificación de mayor entidad y con accesos a ella y a sus aproches. La comunicación con la fortaleza matriz puede limitarse a su liza. Aunque en origen no se edifica en el interior de la albacara, pueden encontrarse aljibes, pozos o abrevaderos coevos, y con frecuencia deviene en poblamiento amurallado.
Viga de madera y/o hierro que, cruzada y encastrada en la cara interna de una puerta aumenta su resistencia al forzamiento.
Recinto amurallado, parte de un núcleo urbano mayor al que suele dominar en altura, con accesos a los aproches, y a la ciudad aunque sea a través de corachas o albacaras, y que habitualmente sirve de núcleo administrativo y reducto poliorcético.
Voz polisémica para designar una residencia de cierta calidad, de común con alguna disposición defensiva de mayor o menor entidad e incluso de naturaleza simbólica.
Muro bajo a modo de camisa que, entroncado en el principal, ciñe y protege una puerta exterior, desenfilándola.
Terreno inmediato al perímetro exterior de una fortificación, batido por los proyectiles de sus defensores y, por tanto, de máximo valor poliorcético, en el que las fuerzas de asedio ejecutan trabajos diversos de aproximación y sitio, en particular el intento de control de posibles padrastros.
Talud exterior en la zona baja de las murallas y torres, para reforzarlas, mantener a distancia a las máquinas de asalto, provocar el rebote de proyectiles y reducir ángulos muertos.
Abertura larga y estrecha en un muro para disparar por ella. Engloba tanto a la saetera neurobalística como a la tronera para fusileros en los fuertes del siglo XIX.
Parapeto corrido, sin merlones ni aspilleras, para facilitar el giro de las piezas de artillería. Suele ser abocelado.
En uso desde el último tercio del siglo XV para denominar pequeñas fortificaciones artilladas de características indefinidas, aunque en ocasiones aluden a reductos pentagonales en proa, a cielo abierto, y dotados de cañoneras. El clásico baluarte es el polígono irregular que sobresale en el encuentro de dos cortinas convergentes y se compone de dos caras que forman ángulo saliente, dos flancos que las unen al muro y una gola de entrada, que eclosiona en la segunda mitad del XVI.
Fortificación avanzada y aislada para defender puertas de plazas o cabezas de puente, y que es atravesada por el camino de acceso, controlándolo. Normalmente asociada a un foso, seco o inundado, la barbacana actúa a modo de torre-puerta albarrana, de travesía inexcusable para acceder a la fortificación principal. Son siempre más bajas que los adarves de la fortaleza. Protegía puertas, cabezas de puente o cualquier otro lugar que fuese punto débil. Se le llama también revellín.
Torre abierta por la gola, que en general forma parte de una muralla urbana.
Torre cilíndrica o prismática, maciza y de reducido grosor, que adosada a esquinas o lienzos asciende desde su base hasta el parapeto, sobrepasándolo en ocasiones.
Conducto mural que desemboca en la vertical de un vano de acceso, para verter agua con la que combatir los intentos de quemar las puertas, u otras substancias agresivas para hostigar a los que intenten forzarlas.
Superestructura de madera colgada por medio de modillones y mechinales en una muralla o torre, con base y frente aspillerados para batir el pie del lienzo.
Lugar para la retención de los presos, en el que la seguridad tiene preferencia sobre la habitabilidad.
Voz genérica para designar a los castillos o fortalezas. En el mundo hispanomusulmán se llamaban así las torres grandes aisladas o de excepcional importancia que señoreaban las inmediaciones de su emplazamiento con su gran masa.
Ensanchamiento o derrame interno de aspilleras o cañoneras, en el grueso del muro, para la maniobra del tirador.
Muralla de inferior altura que la torre del homenaje, a las que ubre y protege de cerca, a modo de falsabraga peculiar.
Abertura específica para el disparo con armas de fuego no portátiles, practicada en las murallas, torres y cubetes, tanto en su base como en adarves o terrados.
Hemipirámide de mampostería que adosada al pie de torres y murallas las protege contra la zapa y tormentaria, y cuyos planos oblicuos facilitan el rebote de los impactos.
Muralla más baja que la principal que para mayor defensa se levanta delante de ella, mediando entre ambas la liza.
Conjunto de aportes informativos que sobre piedra, y por extensión sobre toda la superficie de lo construido, ofrece una fortaleza (heráldica, epigrafía, marcas de cantería, grafitos, rejuntados…)
Zanja ancha y profunda que suele preceder a una muralla, a la que se protege de la zapa y dificultando la aproximación de la tormentaria y la infantería. Su vertiente a la muralla se denomina escarpa y hacia el espalto contraescarpa. La cava puede ser seca o inundable.
Borje corto y hueco para abrigo y defensa de los centinelas, de común aspillerado y cubierto. Es dispositivo muy tardío, normalmente vinculado a la fortificación abaluartada.
Porción de la muralla que media entre dos torres consecutivas.
El espacio más o menos ancho que uno encuentra nada más atravesar el puente levadizo, a derecha e izquierda, entre la muralla que rodea el castillo y el edificio. Está a ras del suelo, mientras que el adarve está en altura. Franja de terreno comprendida entre la muralla principal y su falsabraga.
Pequeña obra voladiza con parapeto y suelo aspillerado, en un muro o torre, para el control de la vertical de una puerta, esquina u otro punto vulnerable situado a su pie.
En la parte inferior de las ladroneras se situaban trampillas denominadas matacanes. Se podían abrir y los defensores podían lanzar flechas y tirar piedras, agua hirviendo o arena muy caliente. Orificios en el techo, por los cuales podía derramarse agua hirviendo, arena caliente o rocas. Esos orificios, también permitían a los soldados transmitir órdenes o apagar las llamas si se prendía fuego a la puerta.
Pequeño borje cilíndircoo prismático, habitualmente macizo, proyectado sobre ménsulas o canecillos desde el parapeto de torres o adarves, al que suele sobrepasar en altura.
Tramo macizo del antepecho, entre dos almenas, para la protección del defensor en un adarve o torre. Suele rematarse con albardilla a dos o cuatro aguas, cuartos de círculo tangentes u otras formas de tardía complejidad. Acostumbra a presentar un frente de una a tres veces el de las almenas contiguas y a estar perforado por aspillera soportando en ocasiones las ranguas para el basculamiento de manteletes.
Batiente de madera y/o metal que cubre las almenas a voluntad de los defensores, basculando entre dos merlones contiguos.
Pasadizo abovedado, construido en el grosor de la muralla por encima del nivel del suelo y dotado de saeteras, que permite el hostigamiento hacia el exterior de la fortaleza o en algunos casos intramuros, en el supuesto de irrupción del adversario, al tiempo que facilita unas comunicaciones rápidas y discretas por el perímetro de la fortificación.
Fortificación, preferentemente altomedieval, construida con madera y tierra apisonada, que suele constar de una mota artificial para encumbrar una torre a modo de bastiada, y su pie un recinto con estacada para cobijar una población, todo ello habitualmente circundado por un foso. Puede admitir múltiples combinaciones a partir de esos elementos básicos.
Varidad de rastrillo en la que los travesaños verticales descienden sin traba horizontal, independientemente, para evitar que un obstáculo puntual impida la bajada del conjunto del peine.
Conjunto de pasajes subterráneos destinados a acceder a diversos puntos dentro y fuera de la fortaleza por motivos de comunicaciones, suministros o contraataques, y los efectuados por el asediante para penetrar o destruir las defensas.
Escalera o rampa de mampostería, exenta o adosada al muro, para acceder a una entrada elevada.
Constituye un espacio central que en algunos casos recuerda los claustros monásticos. En torno al patio se distribuyen determinadas estancias, como la capilla (cuando la hay), la sala de recepciones, las naves para acuartelamiento de la tropa, la armería, etc. La entrada al castillo se produce a través del patio de armas; desde él se accede al resto de las dependencias como pasillos de acceso a las mazmorras o incluso a pasadizos secretos de huida, que suelen estar reservados al señor.
Puerta pequeña y exclusivamente peatonal, contigua a la principal, que se abre en algunas murallas por razones de seguridad y comodidad.
Pequeña abertura de paso peatonal que se abre en una de las hojas de un portón, por razones de seguridad y comodidad en la apertura.
Puerta pequeña para acceder del recinto a los aproches y destinada a entradas y salidas discretas, por lo que suele abrirse en sector áspero y poco frecuentado e incluso en ocasiones a cierta altura sobre el terreno exterior.
Pesada reja de madera y/o hierro que se desliza verticalmente entre hendiduras laterales, a modo de compuerta, para poder bloquear rápidamente el pasaje de ingreso a una fortificación. Se llama órgano cuando los travesaños verticales descienden sin traba horizontal, independientemente, para evitar que un obstáculo puntual impida la bajada del conjunto.
Hueco alto y muy angosto, con abocinamiento preferentemente interior, abierto en los muros o antepechos para disparar arcos y ballestas. Puede ser cruciforme, estribada, múltiple divergente o convergente, etc., según el modelo funcional adoptado.
Torre construida fuera del recinto fortificado, a mayor o menor distancia del mismo y con el que suele estar unida por medio de un puente, coracha o mina, asumiendo una función poliorcética particular y distintiva según su ubicación en el dispositivo general de defensa de la posición.
La más destacada, fuerte y defendible de una fortaleza, concebida como su último reducto de resistencia y que por tanto debe poderse aislar del resto de las fortificaciones de la plaza y ofrecer un cierto grado de autonomía funcional, particularmente para la aguada.
La que destaca sobre el terrado de otra torre de mayor superficie.
Atalaya que, en emplazamiento topográficamente adecuado, percibe y transmite señales ópticas vinculadas a la seguridad del territorio.
Aquella, tanto de flanqueo como exenta, que muestra como característica más destacada la planta que le da nombre, y resulta de prolongar la superficie de una torre cuadrangular con un esperonte que cubre por completo una de sus caras.
La que da cobijo al ingreso en una fortaleza y cuyo pasaje, recto o acodado, la atraviesa.
Torre considerablemente más alta que ancha, con mínimas condiciones de habitabilidad y máximas para la defensa, de reducida superficie y, normalmente, acceso único elevado.
Casa-fuerte constituida básicamente por una torre que, aunque presentando amplias concesiones a la habitabilidad doméstica, aún retiene parte substancial de sus cualidades defensivas.
Hueco pequeño, con abocinamiento interior y en ocasiones exterior, abierto en los muros y antepechos para disparar con armas de fuego portátiles o ligeras. Puede ser de palo y orbe, de cruz y orbe, circular, de buzón, etc., según la apariencia externa del modelo adoptado.
La que presenta el pretil del alféizar perforado por una tronera o saetera, para aprovechar el tabuco ventanero como cámara de tiro.